LAVADO.
Lo primero que se necesita para lavar los textiles es disponer de agua dulce. Se puede utilizar agua purificada. Los tejidos antiguos se lavan perfectamente en recipientes planos, se pueden tratar muestras pequeñas en cubetas que se emplean para el revelado fotográfico, pero las piezas grandes resultan más difíciles por lo que es mas practico utilizar una pila de
madera forrada con polietileno con una altura aproximada de 10 cm.
Los textiles de malla abierta o de hilos tensados y encajes, se deben prender con alfileres o con tachuelas a una lamina de polietileno para mayor
seguridad durante la operación del lavado, si los textiles están teñidos se probara la
resistencia de cada color al agua para determinar su estabilidad antes del lavado, los
colores inestables se pueden fijar con una solución al 5 % de sal común.
Cuando todo esta preparado, se llena él deposito con agua dulce, hasta un nivel aproximado de 7 cm, se introduce con cuidado la pieza teniéndola bien tendida y sin arrugarla, y se le mantiene sumergida por espacio de una hora, cambiándole el agua si fuese necesario cada 20 min.
Parte de la suciedad se disolverá en el agua y las materias insolubles como la arena, pueden eliminarse golpeando suavemente las piezas con la yema de los dedos después de que el tejido se ha remojado durante algún tiempo. Cuando se termina la operación de lavado, se vacía la cubeta, se levanta el soporte de polietileno la cual se adhiere a la pieza y se mantiene con la inclinación necesaria para que escurra el agua. Mientras permanezca la tela en el soporte, se presiona el tejido suavemente con un paño absorbente y después se traslada y se coloca sobre un material templado tambien absorbente como una franela o tejido esponjoso.
TRATAMIENTOS DE LIMPIEZA.
Limpieza en seco:
La limpieza en seco puede realizarse por aspiración suave combinada con un cepillo, empleando disolventes orgánicos de
grasas o el vapor seco, la naturaleza y tamaño de los textiles a tratar determinara cada vez el
procedimiento más conveniente.
Tratamientos por vacío y cepillado.
Las alfombras antiguas y las cortinas que contienen polvo en exceso pueden mejorar su aspecto quitando el polvo con un cepillo suave (en el sentido del pelo) hacia un aspirador o pasando el aspirador directamente si el tejido es lo suficientemente fuerte.
Limpieza por vapor.
Para cierta clase de textiles la limpieza de vapor (si se controla eficazmente), es mucho menos enérgica que la inmersión en agua o la limpieza con disolventes orgánicos. El vapor se pude usar a veces para ablandar o eliminar manchas. Es fundamental utilizar una pistola de vapor que suministre calor seco o húmedo según se desee. Este procedimiento se considera esencial hoy día para el lavado, podiendose emplear ventajosamente en los museos para la limpieza de ciertos tipos de textiles, como por ejemplo, vestidos, telas etnográficas, pues permite la aplicación de una serie de
operaciones de limpieza que no garantiza ningún otro procedimiento.
Eliminación de manchas.
No siempre es aconsejable quitar las manchas de los textiles antiguos, las manchas que han permanecido mucho tiempo, pueden haber experimentado un
cambio químico con la formación de substancias insolubles que pueden ser eliminadas por blanqueo, y este procedimiento podría debilitar mas aun al textil viejo, ya de por sí alterado. En algunos casos, no obstante se recomienda la eliminación de las manchas.
En el caso lamentable de que el tejido se haya manchado accidentalmente, las manchas deben tratarse inmediatamente, antes de que pase tiempo y se fijen dentro de las fibras. Las manchas de hierro pudren generalmente las fibras vegetales, y tienen que eliminarse si el tejido es lo suficientemente fuerte para resistir el tratamiento. Cuando se trate de textiles antiguos y frágiles, esta eliminación de manchas puede constituir una tarea muy delicada que exige experiencia y ciertos conocimientos de
química.
En algunos casos se necesita emplear una técnica distinta conocida por "cercar" la mancha. Es evidente que la aplicación de cualquier disolvente orgánico a una mancha, por ejemplo de grasa, tendría como resultado extender la mancha en usa mayor superficie. El
método consiste colocar la pieza con la mancha hacia abajo sobre un cristal cubierto con papel secante, y aplicar un reactivo por el "reverso", gota a gota, con una pipeta, de tal forma que origine un circulo alrededor de la mancha.
De esta manera el disolvente ataca a la mancha por todas partes a la vez, la grasa se disuelve inmediatamente y la solución formada la absorbe el papel secante. Otro
sistema para quitar las manchas de grasa o cera consiste en cubrir los dos lados de la mancha con papel secante y aplicar una plancha caliente. Este es el método tradicional para quitar las "manchas de vela". La grasa se funde y en mayor parte s absorbida por el papel secante, si quedase algún residuo se elimina con bencina. Las manchas espesas y duras de pintura, grasa o barro se deberán quitar raspándolas cuidadosamente con escapelo o cuchilla de afreitar, antes de aplicar el disolvente.